16 de maig 2010

Vengo vestido para que me empiecen a desnudar

Le voy a cobrar a tus labios todas tus miradas.

Lo decidí anoche, mientras rebuscaba en internet en busca de consuelo. Entré en Youtube y, como si me conociera o pudiera adivinar mi estado de ánimo, ahí estaba, la primera en recomendaciones personalizadas: “Le voy a cobrar a tus labios todas tus miradas” de Sínkope. Enseguida supe que eso era lo que debería hacer. Era lo justo.

Tienes que devolverme todas tus miradas, todos los días pensando en ti, todas las noches persiguiéndote en sueños… Las frases calladas, los suspiros ahogados… Tienes que devolverme todas las veces que me he tenido que morder los labios para evitar ser inapropiada, para no hundirme en el descaro, para no resultar soez. Y me lo voy a cobrar en besos. Pero no en besos en la mejilla, ni besos en la frente. No con besos que no digan nada. Me lo voy a cobrar en besos de verdad, de los que dan ganas de gritar, de los que se comen una parte de mis deseos. Besos de los que merecen la pena, de los que no se olvidan fácilmente.

Inmediatamente después recordé todos tus desprecios. Los días sin hablarme, las conversaciones a medias, las preguntas sin contestar. Y, ¿eso como me lo cobro? Como me puedes devolver las noches en blanco, el vacío en el pecho… Después de mucho pensarlo, e intuyendo que Youtube no volvería a darme la respuesta, pensé que tendría que cobrarme esos momentos con mordiscos. De los que duelen, de los que dejan marca.

Sería incapaz de enfadarme contigo, aun cuando me desquicias más que otra cosa. No se cansarme de sufrir, no se odiarte ni olvidarte… “Pa’ mi triste playa quiero tus olas…”

http://www.youtube.com/watch?v=8V78PQdAXEE

Menos mal que hay una canción para todo...

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