12 de gen. 2011

Una de espías

Cuando me asignaron esta misión no pensé que iba a ser tan fácil. Por lo que me contaron, le creí un tipo duro.

Después de observar su comportamiento durante tres días, llegó el momento de pasar a la acción. Me senté en la mesa en la que se sentaba siempre, en el bar donde solía ir a almorzar. Cuando entró por la puerta miró directamente a la mesa y al verme allí sentada se detuvo unos segundos. Desconcertado, se acercó a la barra y pidió lo de siempre. Cuando noté que me miraba de reojo, saqué su libro favorito de mi bolso y me puse a leer. Pude notar como sus ojos se abrían como platos y se ponía nervioso.

- Perdona, no he podido evitar fijarme en lo que lees. ¿Te gusta Kundera?
- ¿Qué si me gusta? Me pasaría leyéndolo toda la vida.
A partir de ese momento, fue todo pan comido.

Y ahora, después de 5 meses de relación, de haber empezado incluso a vivir con él, mis superiores quieren que lo deje estar; quieren intentarlo por otras vías. ¿Otras vías? No va a haber nada que haga a este hombre hablar si no soy yo.

Por eso he tenido que hacerlo. Y casi me ha dado pena. Pero ahora ya tengo todo lo que podía querer de él. Y en cuanto a él… Bueno, el rencor hacia sí mismo le ayudará a superar todo esto; incluso puede que recapacite y vuelva al buen camino.

Y de lo que tuvimos ya no quedará nada. Yo mañana cambiaré de nombre, y con ésta identidad se irá también todo lo que ha supuesto.

Borrón y misión nueva.

"En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad."

2 comentaris:

  1. Si la seducción fuera la vía más efectiva, me gustaría mi trabajo. :)

    ResponElimina
  2. Mola!! El "amor fati", justo ayer pensé en hacer una entrada basada en esa idea...XD - El eterno retorno, hace de la vida una verdadera prueba física, que se verá recompensada en la eternidad.

    Xaxi, ahí te dejo a Sabina!


    http://www.youtube.com/watch?v=TptRqnxJZ4Q

    ResponElimina