3 de set. 2013

Voler que sí

Saber que no i voler que sí.
Un dia d'estiu, la platja plena de gent de gom a gom. Estirar la tovallola i que uns nens que passen corrent pel costat la omplen de sorra. Una parella surt de l'aigua i es para a parlar a la voreta, just tapan-te el sol. Tancar els ulls i voler que en obrir-los tothom s'hagi esborronat en l'espai i regne el silenci en una platja privada. Saber que no.
Anar a un concert amb un posterior pica-pica. Parles amb gent que fa temps que no veus, i de lluny veus la taula amb el menjar. La panxa comença a fer sorolls que s'escoltarien des de la lluna. Voler que les persones amb qui parles callen i et deixen anar a fer un tast o, com a mínim, que caminen mentre parleu per a poder-los ignorar mentre decideixes si menjaràs primer un tros de coca o unes creïlles. Saber que no.
Anar al cinema, la sala mig buida, tu al bell mig de totes les butaques, en la posició perfecta, ni molt a prop, ni massa lluny. Una parella entra rient i donant-se crispetes l'un a l'altre, caminen cap a la teua filera. Voler que passen de llarg, que busquen un altre lloc, que es posen com a mínim en la filera de darrere. Saber que no.
Parlar amb amics d'un viatge. D'un viatge a l'altra punta del món, de quan comprareu el bitllet, de les visites que fareu, de l'hotel on dormireu. Voler que arribe l'endemà i compreu els bitllets, i feu el viatge i visiteu tots els llocs de la llista. Saber que no.
Voler anar al gimnàs tots els dies, saber que no.
Voler menjar millor, saber que no.
Voler portar-ho tot al dia, saber que no.
Voler estar amb ell, saber que no.
Voler que sí, saber que no, i tot i això, tot i l'obvietat del resultat, voler que sí.

9 de jul. 2013

Una distopía de mierda

Un mundo lleno de mierda. Pero no una mierda figurada, no algo metafórico. Algo tangible, mierda, suciedad, basura por todas partes. Pero no da asco, al contrario, está bien visto. Es como debe ser. Las cosas limpias asustan, molestan, son las que dan verdadero asco, angustia sólo con pensar en ellas.

No es un planeta antagonista al nuestro ni nada por el estilo, hablo de la Tierra, dentro de miles de años (o millones, depende...). Conceptos que cambian y dan la vuelta al mundo. O una moda estúpida que llega un día y se queda, y la gente deja de saber por qué hace lo que hace o por qué algo es como es. Simplemente nace, lo asimila, y vive su vida rodeada de mierda.

En esta distopía la gente también se da duchas. Se da duchas con agua y tierra, con agua sucia, con lo que viene a ser agua llena de mierda. No eres nadie si tu ducha tiene un filtro. Y cuando salen de la ducha cogen una toalla para "secarse". Una toalla que también está sucia.

Las venden de diferentes tipos en las tiendas. Hay toallas de basurero, toallas de charco, toallas de pantano... Los fabricantes de toallas cambiaron el chip, hubo una revolución en el mercado, y ahora en sus fábricas se dedican a fabricar toallas (como las de antes, exactamente iguales) y a llenarlas de mierda antes de venderlas.

En Portugal son los putos amos fabricando toallas llenas de mierda. Es normal, tenían la técnica de la toalla dominada, y llenarlas de mierda no tiene mayor complicación. Tienen la mejor mierda del mercado. Cuando te secas con una toalla portuguesa, acabas pringado hasta las cejas.

Como con todo hay gente que no se ha adaptado a los nuevos tiempos. Gente rara, esquiva, huraña. Gente que va limpia, que se niega a llenarse de mierda afirmando que es una guarrería. La mayoría viven apartados de la sociedad, ermitaños que viven en páramos alejados de pueblos y ciudades, gente que prefiere el olor a aire fresco al de los residuos en descomposición. ¡Locos! Acumulan desodorantes, antiguos frascos de perfumes con fragancias florales, toallitas refrescantes con olor a limón...

Todos los consideran parias sociales, aunque en el fondo hay mucha gente a la que no le queda claro esto de tener que ir todo el día lleno de mierda. Lo hacen, cumplen con los protocolos sociales de suciedad, se revuelcan en la basura cómo los más fervientes seguidores del mierderalismo (nombre provisional) pero en el fondo dudan. Dudan mucho acerca de por qué, y algunos están hartos y piensan en revelarse contra el sistema. En hacer una sentada enfrente de la puerta del sol, todos limpios, camisas blancas, champú y acondicionador en mano, y reivindicar que vuelva la sensatez a la población, y con ella la higiene personal.

Pero en fin, es muy difícil, tendrían que conseguir limpiarse toda la mierda que llevan encima, y es complicado, requiere mucho esfuerzo. Además, ¿de qué sirve que una persona limpia se plante a protestar frente a un planeta lleno de mierda?

Así pasa el tiempo, y la mierda se acumula, y... En fin, es una distopía un poco rara.

17 de maig 2013

Asociaciones

Los caprichos de la mente, la involuntariedad de la memoria, el poder de la asociación. No las asociaciones obvias, no una cara y una persona, no me refiero a lo fácil. Me refiero a lo que crees olvidar y de repente un día vuelve a ti sin que lo quieras, y pueden provocar nostalgia, o la sonrisa más tonta del mundo, o el malestar más horrible.

Millones de neuronas que se ponen de acuerdo y crean recorridos, y tienen sitio para todo, menos para la materia del examen. Tienen sitio para los buenos momentos y los malos, y lo esconden, te esconden las cosas, y luego te las devuelven en un alarde de poder. "Mira lo que podemos hacer, cuidado con nosotras, somos más que células".

"Recuerdo incluso lo que no quiero", decía Cicerón, "olvidar no puedo lo que quiero". Esas benévolas neuronas, que tanta falta y tanto bien nos hacen, allí están, cavando en la corteza cerebral y a más olvido más profundas las zanjas.

Y esto lo maravilloso de las asociaciones, que pueden hacer daño y pueden llenarte el pecho de la más sencilla y sincera sensación de alegría. Escuchar una canción y recordar un libro, el sol en la cara leyendo en el balcón y una brisa helada que pone la piel de gallina.

Y no puedo más que dar gracias a esas malvadas neuronas, que involuntariamente o con toda la intención del mundo se activan un buen día y me hacen ver que no podría olvidar aunque quisiera. Que el pop-rock español siempre me va a recordar a otra época, que Amaral ya no canta igual. Que el sol calienta diferente, y el olor a sal es olor a infancia.

http://www.youtube.com/watch?v=O3Co9q0IgFw