6 de set. 2010

A echar de menos.

http://www.youtube.com/watch?v=IyCRJmerW1Q

- Me voy. - Dije con voz decidida, las maletas en la puerta y mi último abrazo en la mano.

Lo había metido todo en una caja. Había metido todo lo que fue, incluso lo que no debió ser. Las cosas que debieron ser las dejé apartadas para tirarlas luego. Había metido mi primer peluche, un dragón verde que compartió conmigo la cama hasta que fui mayor y quedó relegado a la estantería. Había metido mi primera carta, que no fue de amor, sino de una mejor amiga que ya no lo es y a la que aun a veces echo de menos. También metí mi primera carta de amor, la que me escribieron y la que yo escribí, pero nunca llegué a entregar.

Metí en la caja algunas fotos; he de reconocer que me sorprendí a mi misma sonriendo ante todas esas caras de amigos, familiares y desconocidos que puede que antaño fueran importantes para mi. Metí mi cámara, la niña de mis ojos, prometiéndole que algun día volvería a por ella. Lloré al meter mi primer baby de la guardería y también mi primera mochila. Metí mi pulsera favorita, que llevaba puesta casi siempre, y el colgante que me regalaron y se rompió. No pude dejar fuera mi primer walkman, con mi primera cinta, una de milk-inc, dentro. También metí mi primer cd, regalo de comunión. Metí el piercing que me hice y no debí hacerme.

Metí a mi familia que, por no ser muy numerosa, entró sin problemas. Metí al chico que me dio mi primer beso, y también al que me dio el último; también metí mi último beso pero me guardé mi último abrazo.  Quise meter a mis mejores amigas, pero son tan cabezonas que se empeñaron en venirse conmigo. Me costó hacerles entender que no me cabían en la maleta. Metí las meriendas y comidas, los días de campo y de playa. Metí las risas que recordaba y me reí recordándolas. También metí el amanecer más bonito que había visto, aunque me costó elegir cual era.

Cuando terminé, todo se quedó vacío. Cogí mi último abrazo y mi maleta y fui hasta la puerta.

- Me voy.
- ¿A dónde vas?
- A echar de menos.