28 de nov. 2010

Para no verte tanto, para no verte siempre...

Vamos a jugar a que no nos conocemos. Yo me pondré mi vestido nuevo, ese que guardaba para un día especial, porque pensé que el color combinaba con mi felicidad. Tú puedes llevar los ojos llenos de ilusión, hace tanto que no los veo que ni siquiera sé si los reconocería. Pasearemos por la misma acera distraídos, sin miradas de complicidad, sin cogernos de la mano. Vamos a ser desconocidos.

Entonces coincidiremos en el parque. Yo me sentaré a leer y tú llegarás con el periódico. Después de un rato leyendo, harás algún comentario del tipo “hay que ver cómo está el mundo…” y yo sonreiré y te miraré.

Y a partir de ese momento estaré atenta a todo, a cada beso y cada abrazo. A cada frase que yo diga y a todas tus respuestas. Estudiaré cada comentario y todas tus reacciones, y llegaré al fondo de esto. Quiero saber por qué, por qué tanto desprecio y dónde ha ido todo ese amor; por qué ya no lo veo.

Pudiste decírmelo y librarme de las dudas. Evitar que me reconcoma todo lo que hice y no debí hacer y todo lo que debí hacer y no hice. Pudiste simplemente entender porque quería entenderlo, y acabar con los delirios y las noches en vela. Pudiste ser compasivo. Pero ahora ya tengo la solución, vamos a ser desconocidos.

"Y ojalá que la luna pueda salir sin ti. Ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta… Ojalá pase algo que te borre de pronto."

15 de nov. 2010

24 i jo

Em sembla increible com de breu poden resultar-nos els moments bons de la nostra vida tot i que, després, els conservem per a sempre. Cinc dies poden passar com un llamp per davant teua i, abans de que hages pogut respirar fondo i fer-te'n a la idea, tot se'n va com ha vingut malgrat la teua voluntat de retindre cada instant mentre el temps s'esgola.

L'olor de l'aire del teu poble sempre et desperta una sensació de pau i benestar en arribar a casa. En aquestes dates, a més, la pólvora sura per tot arreu i es poden escoltar els riures de la gent i les primeres notes musicals de la nit mentre s'ultimen preparatius.

En arribar a casa i quasi sense saludar ningú et poses el teu uniforme i agafes les claus, disposat a no tornar fins que isca el sol. Et dirigeixes al teu cau i, quan arribes, tot son cares d'amics, salutacions, abraçades, petons i somriures familiars que et recorden perque ets allí i com t'agrada ser-hi. Mentre comencen les fluctuacions de menjar i beguda i es fa una poc solemne cerimònia d'inauguració, algú mira el rellotge i diu: "no deuríem de ser ja allà?" i efectivament... "I com sempre els últims, tenim a tots esperant".

Aleshores, a corre-cuita, agafeu provisions i vos dirigiu al punt de trobada. Després d'una estona amb el cos ple de neguit, s'escolta el vostre nom pel micròfon i ja es pot dir que tot comença: la primera cercavila de moltes que vindràn, els primers crits que deixaran goles afòniques i els primers balls d'una setmana que n'estarà més que plena.

"I arribarà l'última nit i no voldràs que isca el sol..." Parpelleges i quan obris els ulls ets de camí a "casa", sense veu però amb un calendari eròtic baix del braç, deixant enrere tot allò que t'estimes amb bogeria i començant a trobar a faltar una altra vegada. T'adorms al tren i somies moments viscuts. Potser que fins i tot alguna llàgrima regalime per la teua galta però només et queda somriure i pensar que ja queda menys.

"Sempre estarem al teu costat..."
24 i jo.

8 de nov. 2010

#7

Pasamos más de media hora sin decirnos nada, tendidos en la cama, desnudos. Yo apoyaba mi cabeza en tu pecho y tu jugabas a enredarme el pelo.

- Me haces daño...
- Perdona, ya paro...
- No, no me refería al pelo. Quería decir que me haces daño, en general.
- ¿En general? ¿De que daño me hablas? ¡Si nunca te has quejado!
- Porque no me había dado cuenta. Pero, si te paras a pensarlo, estoy segura de que te darás cuenta de que, en realidad, me haces mucho daño.
- No entiendo que quieres decir. Siempre te trato bien, no puedes tener queja de mi.
- No es el daño que me haces queriendo, no es un daño físico. Esque me dueles, pero no sé cómo explicartelo...
- Bueno, pues lo siento mucho, no pretendía hacerte ningún daño... No sé porqué te ha dado ahora por ponerte así.

Me levanté un poco mareada y busqué mi ropa en el suelo, tu te incorporaste.

- ¿Adónde vas? Son las 3 de la mañana y no hay nadie por la calle. Espera un poco y te acerco a casa.
- Prefiero irme andando, así me despejo un poco.
- Ala, pues muy bien. Enfádate y vete. Cuando se te pase la tontería ya vendrás a explicarmelo.

Al salir a la calle noté que abrías tu ventana pero no quise girarme. No volviste a hablarme, por orgullo, y fue lo mejor. Aun ahora me duele pensarlo pero es lo que tuvo que pasar. Me hacías mucho daño.