30 de març 2011

Any minute now!

- ¿Sabes esas escenas de película en las que se ven varios momentos de la vida de alguien? Esas escenas en las que suena una música de guitarra nostálgica de fondo, y se puede ver a los protagonistas reir, llorar... Se muestran sus momentos más íntimos, los que han sido más importantes para ellos y seguramente han marcado su vida. Como si fuera una película casera; escenas grabadas de manera aleatoria en momentos puntuales en los que la cámara andaba cerca. Siempre salen en un parque, sonriendo, tumbados en la hierba o jugando a perseguirse, o despidiéndose en el anden de una estación o en el aeropuerto (nunca se despiden en un puerto). Y si tienen hijos salen jugando con ellos, en los columpios o dándoles de comer en casa, mientras los niños sonrien con la cara llena de puré y agitan sus manos y pies desde lo alto de la trona. A veces también salen jugando con un perro; con un perro enorme de pelo rubio y con la lengua fuera, que parece que sonrie y mueve el rabo, ansioso porque sus dueños vuelvan a lanzarle la pelota. ¿Sabes qué escenas digo?
- Sí, ¿por qué?
- Es que hoy he escuchado una de esas canciones y he visto cual será mi escena.
- ¿Y qué tal?
- Pues... Como en todas las películas. Predecible, pero bonito.

http://www.youtube.com/watch?v=m4tcRlHY-3Q

13 de març 2011

Analogía.

Estaba decidida a hacerlo: Iba a saltar.
Llevaba tanto tiempo al borde de ese abismo que había perdido la noción de mi misma. El balanceo constante se había vuelto insoportable pero el terror a ese salto me mantenía congelada en el instante en que había subido allí.

El hambre y la sed empezaban a hacer mella en mi. Sabía que si saltaba vendría algo mejor; se irían la angustia en mi pecho y también el hambre y la sed. Sólo era cuestión de un salto, un último esfuerzo.

Entonces oí la voz de mi abuelo desde el otro lado del abismo:
- ¿Quieres hacer el favor de saltar ya? ¡Se nos va a hacer de noche!
Fue su voz la que me ayudó a saltar, al fin, y corrí hacia su lado. Él me dio la mano y me llevó a casa a merendar.

Y aun recuerdo lo fácil que era subirse a un columpio y lo difícil que era bajarse.

10 de març 2011

L'amor no és cec, l'amor és borni.

Van tindre un lio una nit d'estiu i, com que ho van passar bé, van decidir repetir. Ara ja han passat mesos i fan l'amor ocasionalment.
No tenen cap tipus d'obligació l'un amb altre. Quan es veuen xarren, riuen, carden i es tornen a separar, amb la seguretat de que tornarà a passar. Tots dos es veuen amb altra gent. Inclús intenten tenir relacions "serioses" amb altres persones però mai ix bé, quasi sempre per ells, i tornen a estar assoles però junts; junts però separats.
Potser els aniria bé estar junts, començar una relació, estimar-se... Fins i tot podrien passar-se la vida junts i deixar de fingir que es fan igual l'un a l'altre, que allò que tenen, siga el que siga, no va més enllà del sexe. Després de mesos i mesos de trobades espontànies i plenes de passió, s'han adonat que moltes vegades preferirien simplement lleure junts i posar una peli, gaudir de la companyia mútua.
Tot i això, no tenen cap intenció de donar el primer pas i continuen pensant l'un en l'altre. Tot i la distancia, tot i el temps. I es torna més difícil passar l'estona sense pensar en què fa i en què pensa l'altra persona, i donen voltes a tot allò que pensen que significaria el estar, per fi, junts.

I passen els dies, els mesos i els anys. I cada vegada estan més convençuts que l'amor no és cec, l'amor és borni.

8 de març 2011

XI

Al abrir los ojos pude ver un corro de "gente" a mi alrededor. Todos parecían nerviosos y hablaban entre ellos de manera exaltada. Cuando vieron que me había despertado, entre gestos de sorpresa, me arrastraron hasta una jaula en medio del bosque. Una vez allí, me di cuenta de que estaba desnuda.

Un grupo de cinco o seis de aquellos seres cuchicheaba a unos metros de mi. Entonces, un nuevo personaje que era, al mismo tiempo, similar y diferente a los demás, entró en el claro en el que nos encontrábamos y se hizo el silencio.

- ¿Esto es todo lo que habéis podido recuperar? - Dijo el recién llegado, y todos empezaron a temblar.
- Verá, señor, es lo único que estaba en buenas condiciones. De lo demás, sólo quedaban pedazos...
- Id a por todo, ¡idiotas! ¡Podemos reciclarlo!

Entonces, los que al principio cuchicheaban y luego temblaban, abandonaron la escena casi corriendo y sin decir una palabra.

- En cuanto a ti, pequeña... Te voy a llamar Meri.
Me puso un traje de astronauta y me metió en una especie de terrario. Conocí entonces a un esquiador llamado Like y a una peluquera, Nancy, además de hacer una visita rutinaria al Dr. Bob, antes de mi expedición a la Tierra.

Desde ese día me he vestido y desvestido a su antojo. He comido y dormido cuando él me lo ha ordenado y he reido y llorado según un guión que sólo existe en su cabeza. He sido modelo, niñera, veterinaria, policia, estrella del rock y supervillana. Hasta hoy, cuando ha decidido que yo sería una escritora, que quiere contar su historia.